Valoración de Activos Intangibles


En la actualidad en las economías más desarrolladas del mundo la valoración de los llamados activos intangibles ha ido ganando preponderancia en las empresas frente al tradicional valor de los activos tangibles, convirtiéndose en muchos casos en el principal activo de las empresas.

Por ende, uno de los componentes principales del valor de mercado de las empresas generalmente es o está asociado a los activos intangibles que posee la empresa,

Esta situación se observa especialmente en aquellas empresas de base tecnológica, que ocupan los primeros lugares de los rankings mundiales en términos de valoración, tales como Microsoft, Apple, Amazon y en aquellas que integran el ecosistema de las industrias creativas de la llamada economía naranja.

Qué se entiende por activos intangibles

En primer lugar como su propio nombre lo indica son bienes inmateriales, no tienen una existencia física, por ende, no pueden ser percibidos físicamente. Luego, son considerados como activos porque aportan valor a una empresa, generan rendimiento y forman parte del valor de mercado de la empresa.

Según las Normas Internacionales de Valuación (IVS) establecidas por la International Valuation Standards Council (IVSC) un activo intangible carece de substancia física pero otorga a su propietario derechos y/o beneficios económicos.

Tenemos entonces que entre los activos intangibles, en un sentido amplio, quedan comprendidos, entre otros los siguientes: las marcas, las patentes, los diseños industriales, los secretos industriales o de negocios, derechos de autor; los modelos de negocio, el capital humano de una compañía u organización (las competencias adquiridas y desarrolladas por las personas); el bienestar de los empleados; las licencias de explotación que generan regalías; la clientela; los canales establecidos de distribución y comercialización; los derechos de comercialización; la organización logística;  las bases de datos; la propiedad e implementación de sistemas (software); la reputación o “goodwill”.

Tipos de activos intangibles

No existe una clasificación única de activos intangibles.  Estos se clasifican según diferentes criterios de agrupamiento. 

De acuerdo con la IVS, por ejemplo,  los activos intangibles se clasifican en:

los relacionados con la comercialización: entre ellos, las marcas, el nombre comercial, los diseños y modelos industriales, los nombres de dominio de internet.

los relacionados con el cliente: entre ellos, las listas de clientes, órdenes de servicio, contratos con clientes.

los relacionados con lo artístico: los derechos de participación por explotación comercial de obras intelectuales, obras de arte, obras teatrales, películas y música.

los basados en contratos: entre ellos, acuerdos de licencias y regalías, contratos de servicios y suministros, arrendamiento, derechos de transmisión, contratos de mantenimiento, acuerdos de no competencia.

los basados en tecnologías: entre ellos, los que surgen de utilizar tecnología patentada o no, bases de datos, fórmulas, diseños, software, procesos, recetas.

Otra clasificación, es la que propone Fowler Newton, quien distingue los activos intangibles según:

la forma de incorporación: adquiridos de terceros o desarrollados por la propia empresa

la posibilidad de venta separada de los demás activos de la empresa o como una parte integrante de la empresa o unidad de negocio (por ejemplo la llave del negocio o plusvalía no puede separarse)

las restricciones de uso:  con restricciones por limitaciones de producción de unidades o limitación temporal (una patente por ejemplo) o sin restricciones.

Activos de propiedad intelectual

Cuando hablamos de activos intangibles claramente existe una relación intrínseca con la propiedad intelectual.   De hecho, entre los activos intangibles se incluyen los activos de propiedad intelectual.

Estos son creados y reconocidos como tales por la ley y por ende están legalmente protegidos y los derechos sobre tales activos pueden ser legalmente ejercidos frente a terceros.  Entre ellos se incluyen las marcas, las patentes, los modelos y diseños industriales, los derechos de autor, los secretos comerciales, creados y protegidos por las respectivas leyes de propiedad intelectual.

Este tipo de activos intangibles se caracterizan porque pueden identificarse de forma independiente, pueden ser transferidos y porque tienen una vida económica útil.

En el caso de los bienes o activos de propiedad intelectual su valor deriva esencialmente de la capacidad que otorgan a sus titulares de excluir a terceros competidores de un mercado en particular.

Cómo se establece el valor de los activos intangibles

Poder identificar en primera instancia los activos intangibles de la empresa resulta necesario para luego poder establecer el valor de los mismos y consecuentemente reflejarlos debidamente en los estados financieros.

De acuerdo con las IVS la valuación de un activo intangible se puede hacer conforme a tres enfoques, los cuales a su vez utilizan diversos métodos de valuación:

el enfoque de comparación: el valor se determina por referencia a la actividad del mercado (por ejemplo, transacciones que implican activos idénticos o similares)

el enfoque basado en el ingreso: el valor se determina por referencia al valor presente de la renta, flujos de caja o ahorro en costes atribuible al activo a lo largo de su vida económica

el enfoque del coste:  el valor se determina con base al coste de reposición de un activo similar o de un activo que provea un potencial de servicio o una utilidad similar.

Criterios para contabilizar los activos intangibles

La Norma Internacional de Contabilidad (NIC) 38 referente a “Activos Intangibles”, elaborada por el Consejo de Normas Internacionales de Contabilidad es utilizada para contabilizar los activos intangibles.  De acuerdo a esta norma un activo intangible es un activo identificable, de carácter no monetario y sin apariencia física.

Para ser considerado como tal, el activo debe cumplir con los siguientes criterios:

identificabilidad: la norma establece que un activo satisface el criterio de identificabilidad cuando el activo: i) es separable; o ii) surge de derechos contractuales o de otros derechos de tipo legal

control: este criterio es satisfecho cuando una entidad tenga el poder de obtener beneficios económicos futuros que procedan de los recursos que subyacen en el activo y además pueda restringir el acceso de terceros a tales beneficios.

beneficios económicos futuros: este criterio se cumple cuando es posible determinar la existencia de beneficios económicos futuros derivados del activo en cuestión.

Por lo general, los activos de propiedad intelectual cumplen a su vez con los criterios antes comentados, por ende, pueden contabilizarse como activos intangibles.

Nuevos activos intangibles

No podemos dejar de mencionar la emergencia de nuevos activos intangibles, tales como las criptomonedas (por ejemplo, el BITCOIN) o más recientemente los NFT (Non Fungible Tokens) que tienen valor y son comercializados a través de mercados digitales.  En nuestro país, si bien existe aún mucho desconocimiento sobre estas cuestiones y por ende controversia en cuanto a su regulación, recientemente fue presentado un proyecto de ley con el objetivo de establecer seguridad jurídica, financiera y fiscal en los negocios derivados de la producción y comercialización de “activos virtuales”.

La gestión integral de los activos intangibles es crucial para las empresas, en las diferentes fases que comprenden la identificación, protección legal (si fuere factible), clasificación, valoración y explotación de los mismos y requiere de un trabajo multidisciplinario con profesionales especializados.  Los nuevos activos intangibles presentan nuevos desafíos empezando por la caracterización de los mismos y su regulación y la necesaria adaptación de las metodologías para su valoración.