Turismo en Paraguay: 10 medidas para apuntalar su crecimiento

Introducción

Históricamente, el turismo ha sido un rubro absolutamente olvidado en el Paraguay. Por décadas, el país registró el menor número de ingreso de turistas de toda la región. Además, su aislamiento geográfico era uno de los más pronunciados de todo el continente y la inversión en el sector era absolutamente deficitaria. La pobre conectividad aérea, la dificultad en los accesos terrestres, el ínfimo número de puentes fronterizos, el hecho de no contar con un ícono de atracción turística como son Machu Picchu, las Cataratas o glaciares, sumado a la inexistencia de políticas de promoción turística en el exterior, la ausencia de infraestructura adecuada y la falta de políticas públicas, fueron solo algunas de las razones que explicaron su escaso crecimiento y impacto prácticamente inexistente. Decir que Paraguay casi no existía en las guías turísticas internacionales no es una exageración.

Sin embargo, en los últimos 15 años esta desoladora situación ha cambiado de dirección. Aunque todavía estamos lejos de figurar entre los servicios más importantes en la estructura del producto interno bruto (PIB) nacional, resulta evidente que el sector ha estado creciendo de manera sostenida y la inversión en el sector ha aumentado. A no desesperar, existen ciertas perspectivas alentadoras. Teniendo en cuenta su consabido efecto “catalizador”, el turismo puede convertirse en un vehículo para generar desarrollo económico y social, ya que estimula la actividad económica de diversos otros sectores con los que se relaciona directa o indirectamente. El efecto multiplicador es innegable. En este artículo analizaremos 10 medidas que podrían contribuir a apuntalar aún más el desarrollo del turismo en Paraguay. 

Turismo emisivo y receptivo

Antes de abordar las medidas que pudieran ser adoptadas para contribuir a su crecimiento, es imprescindible distinguir dos elementos centrales del sector turístico. Este sector está compuesto por dos esferas, ambas de fundamental importancia. En primer lugar, tenemos el turismo emisivo, que se encuentra conformado por el conjunto de servicios turísticos comercializados en el país para ser utilizados por residentes en el exterior (e.g. paraguayos que viajan al exterior). En segundo lugar, tenemos el turismo receptivo , definido como el conjunto de servicios que sí son utilizados en el país pero por no residentes que ingresan desde el exterior (e.g. turistas que ingresan al país). A estas dos esferas sumamos también el turismo interno, conformado por los servicios turísticos utilizados por los visitantes residentes (Paraguayos que viajan en Paraguay)

Aunque los guarismos continúan siendo bajos para el contexto regional, en materia de turismo emisivo el crecimiento de los últimos 15 años ha sido particularmente importante. La oferta de servicios ha aumentado y los precios de los productos han bajado o se han mantenido relativamente estables – algo que no ha ocurrido en los demás países de la región.  La estabilidad macroeconómica del país y el crecimiento del PIB per cápita también han contribuido favorablemente. Asimismo, notamos un incremento en los créditos de consumo para facilitar que los consumidores adquieran productos turísticos. Un ejemplo cotidiano se encuentra dado por las tarjetas de crédito, las cuales jugaron un rol central “democratizando” la manera de viajar.. Vemos que viajar ya no es exclusivo de la clase económica alta: ya es posible que Juan Pueblo se suba a un avión y desembarque en una playa en el Caribe.

En materia de turismo receptivo la mejoría también ha sido notoria. En los últimos 15 años numerosas cadenas internacionales de hoteles han aterrizado en el país y la oferta hotelera ha experimentado un crecimiento sostenido. En el interior del país se han desarrollado importantes emprendimientos turísticos: hoteles, posadas, albergues, centros de alojamientos, restaurantes, y actividades de eco-aventura. El sector gastronómico también ha mostrado mejorías.  En general, todo el sector ha experimentado una profunda formalización. Según datos de la Secretaria Nacional de Turismo (SENATUR), al cierre del 2019 había solo 140 empresas del rubro anotadas en los registros de la cartera, número que aumentó a 320 en total para el cierre del 2020. Si bien la cifra sigue siendo pequeña, vemos un incremento del 129%, lo cual denota una actitud y una tendencia en alza.

La pandemia y el turismo

Sin dudas, no podemos olvidar a la pandemia, y el hecho de que el COVID-19 ha desatado una crisis sin precedentes en el sector turístico a nivel mundial. Según estudios de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA – por sus siglas en inglés), la pandemia generada por el COVID-19 ha producido pérdidas a nivel global sin precedentes en el sector aeronáutico, cercanas a los US$ 118.000 millones y en el 2020, la demanda cayó 66% con respecto a los niveles pre-pandémicos del 2019. De igual manera, en enero de 2021, el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI – por sus siglas en inglés) ha reportado que en el 2020 la industria aeroportuaria a nivel mundial ha experimentado una pérdida cercana a los 6.000 millones de pasajeros, lo que representa una caída global del tráfico aeroportuario de aproximadamente 64,2%, con una pérdida de ingresos de US$ 111.800 millones. Recientemente el Bureau de Transporte Aéreo de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) – Agencia especializada de las Naciones Unidas – ha comunicado que con motivo de la pandemia del COVID-19: i) se redujo en un 50% los asientos ofrecidos por las líneas aéreas; ii) se redujo en 2.699 millones el volumen de pasajeros en 2020; y iii) las líneas aéreas han perdido US$ 371.000 millones en ingresos brutos. Para el caso específico de América Latina y el Caribe, los estudios de la OACI indican una pérdida de capacidad del 53%, una reducción de 199 millones de pasajeros y una pérdida de ingresos de US$ 26.000 para toda la región.

Según las propias estadísticas de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (DINAC) en el 2020 el tráfico aéreo del Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi (AISP) cayó en un 75% con respecto al 2019. La oferta de servicios aéreos se ha reducido drásticamente. La conectividad aérea del país, la cual ya se encontraba en una situación delicada, se vio aún más agravada con la pandemia del COVID-19, que cual tsunami ha causado estragos en el sector turístico probablemente más que en cualquier otro.  Aunque ha existido cierto repunte en las rutas a Estados Unidos por el llamado “turismo vacuna”, el tráfico regional continúa bastante paralizado. Lo que está claro es que sin la adopción de medidas específicas, salir de los nefastos efectos de la pandemia será muy difícil, por no decir imposible.

10 medidas para impulsar el turismo en Paraguay

Como mencionamos más arriba, listamos a continuación 10 medidas posibles para “potenciar” el turismo:

Revisión de políticas de visas: Paraguay debe rever su política de otorgamiento de visas. Históricamente, el Ministerio de Relaciones Exteriores (RREE) ha adoptado un criterio absolutamente conservador cuyo único objeto ha sido “recaudar” al otorgar visas para cubrir gastos fijos de la cartera de Estado.  Basándose en la Ley de Arancel Consular, y en la errada noción de la reciprocidad irrestricta, RREE se ha negado sistemáticamente a flexibilizar su política en el otorgamiento de visas.  En la actualidad existe un proyecto de ley en el Congreso, que ya cuenta con media sanción, que busca justamente eliminar el requisito de visas para ciudadanos de Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda –  países que por excelencia son altos demandantes de servicios turísticos. En la medida que Paraguay no cambie su política en el otorgamiento de visas, particularmente con referencia a los ciudadanos de estos países, será sumamente difícil atraer a un volumen importante de turistas. El factor “visa” pasa a ser mucho mas importante, particularmente teniendo en cuenta que el país no cuenta con un icono de atracción turística.

Aumento de la promoción turística en el extranjero: Paraguay debe aumentar la promoción en el exterior del país como destino turístico. Aunque ha avanzado mucho, la promoción internacional resulta aún sumamente deficitaria. Esto tropieza lógicamente con dos inconvenientes: en primer lugar, el presupuesto. En la actualidad, el presupuesto de SENATUR no supera los US$ 8 millones – monto insignificante si se compara lo que gastan otros países en el exterior para promover sus diversos atractivos turísticos. El Estado debería otorgar mayores recursos a la SENATUR. En segundo lugar, la promoción del país en el exterior como destino turístico requiere una coordinación multi-sectorial e interinstitucional (e.g. SENATUR, DINAC, RRHH, Ministerio de Industria) – algo que no precisamente se dé muy comúnmente.

Revisión en materia de tasas de embarque: Paraguay debe rever el quantum de la tasa de embarque internacional de salida por vía aérea, la cual, en el caso del Aeropuerto de Asunción, es una de las más altas de toda la región (US$ 41,80). Tasas de embarque elevadas afectan la elasticidad de la demanda y constituyen un desincentivo a la hora de generar tarifas bajas y aumentar el tráfico aéreo.  Paraguay precisa incrementar el volumen de pasajeros, a fin de bajar los costos unitarios. En la actualidad, la SENATUR percibe US$ 12 del total de la tasa de embarque internacional (la DINAC percibe solo US$ 28). Este monto constituye casi el 80% de sus ingresos. El presupuesto de la SENATUR no debería provenir en forma exclusiva de un impuesto camuflado de tasa de embarque internacional de salida que percibe por cada pasajero que aborda un vuelo internacional. Decimos impuesto, porque no existe servicio que se individualice y particularice en el sujeto obligado al pago: el pasajero. Es casi matemático, mientras la tasa de embarque internacional sea elevada, más difícil será atraer operaciones aéreas de bajo costo y por ende generar volumen de tráfico.

Incremento de accesos fronterizos: Paraguay debe mejorar sustancialmente los accesos de sus puestos fronterizos terrestres, los cuales se encuentran en un paupérrimo estado y en nada condicen la visión de un país que desea generar un mayor volumen de turismo. Estos puestos obstaculizan el acceso de los extranjeros al país y por ende atentan contra el desarrollo del turismo.

Incremento de construcción de puentes en puntos estratégicos: en gran medida, los límites con los países vecinos se encuentran establecidos por los ríos Paraguay y Paraná.  Ahora bien, el país cuenta con poquísimos puentes. Esta situación nuevamente obstaculiza el acceso al país – circunstancia que de por si ya es complicada, dada la mediterraneidad del país. Debería ser un objetivo del Gobierno Nacional incrementar la construcción de puentes en puntos estratégicos y mejorar los que ya existen con los países vecinos.

Requerir sus funciones al Mercosur: Paraguay debería abogar porque el Mercosur cumpla de una buena vez un rol de facilitador en el flujo de personas y bienes entre sus países miembros. En muchos casos, continúa siendo difícil el acceder a los países limítrofes. Esto atenta contra el desarrollo del turismo.

Mejoría de la infraestructura vial: la infraestructura vial del país es absolutamente deficitaria. Esta situación no favorece el acceso a los principales puntos turísticos del país. En muchos casos, el extranjero debe atravesar una odisea a fin de acceder a los principales atractivos turísticos.

Cambiar los paradigmas y la actitud frente al turista (a nivel institucional): debemos pensar en una actitud más “friendly” con el turista. A menudo, el Paraguay se muestra hostil para los extranjeros. En muchos centros turísticos, la cartelería, la información, los materiales solamente se encuentran disponibles en español. No existen suficientes guías turísticos que hablen inglés. Asimismo, se debería pensar en replicar campañas que fueron exitosas en otros países, como por ejemplo, devolver el IVA a los turistas extranjeros que visitan el país por ciertas compras.

Reducción de costos de tarjetas de crédito: en materia de turismo emisivo, se debería bajar los costos transaccionales a la ahora que el pasajero adquiera servicios o paquetes turísticos con tarjeta de crédito.

Mejoría de planes de incentivos y reducción de costos operativos: Paraguay debería seguir estudiando alternativas para incrementar el volumen del tráfico aéreo, que aunque ha crecido, continúa siendo insignificante. En este sentido, bajar los costos operativos y continuar con el plan de incentivos para nuevos operadores parecerían ser medidas acertadas.

Ya identificamos las medidas, ahora solo cabe implementarlas

No caben dudas que el turismo puede contribuir sustancialmente a generar desarrollo económico del país, esto no es ningún secreto. La experiencia internacional refleja que el efecto multiplicador del sector es innegable, además de que el desarrollo del sector contribuiría a diversificar los ingresos del país. Ahora bien, para que ello suceda es necesario que se adopten de un conjunto de medidas para apuntalar su desarrollo y crecimiento. En la medida que dichas medidas no sean implementadas, seguiremos experimentando los mismos pobres resultados. En este artículo ya hemos identificado 10. Solo queda implementarlas.