Comercio exterior en tiempos de pandemia: La necesidad de nuevas políticas públicas

1) Introducción

En los últimos años, el comercio exterior del Paraguay ha experimentado un crecimiento constante. Ahora bien, a finales del 2019 se ha notado un proceso de desaceleración, el cual a su vez evidentemente se afianzó con la llegada de la pandemia en marzo del 2020. Esto ha afectado tanto a las exportaciones como a las importaciones y siempre con un saldo superavitario en la balanza comercial. El mayor ingreso de divisas por las ventas con respecto a las salientes por las compras del exterior ha colaborado de cierta manera a la estabilidad de la moneda con una oferta de dólares equilibrada con respecto a la demanda.

El nivel de exportaciones encontró su punto más álgido de los últimos años en el 2018, cuando se registró un volumen total de US$ 13.730 millones, cifra que bajó a US$ 12.386 millones en el 2019. Una serie de impactos tanto internos como externos hicieron que las ventas al extranjero se redujeran en el 2019; comenzando por problemas climáticos con una sequía que afectó la producción agrícola (principal sector en las exportaciones del país), la cual se sumó a la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que desembocó a su vez en una menor demanda del gigante asiático, principal comprador de soja del mundo. Además, conflictos políticos propios de un periodo de transición entre gobiernos dificultaron de manera transversal a la economía local por la incertidumbre generada para las inversiones hacia la mitad del 2019.

La principal dificultad a nivel logístico que persiste desde el año pasado ha sido el bajo nivel de agua que vienen teniendo el Río Paraná. Para un país mediterráneo como el nuestro, la conexión fluvial es de las principales herramientas del comercio exterior, tanto para las importaciones como para exportaciones de productos. Los problemas logísticos del sector fluvial continúan afectando negativamente a las operaciones de comercio exterior.

2) Comercio exterior en tiempos de pandemia

La campaña sojera del 2020 fue exitosa en el Paraguay, e inclusive se pudo superar el objetivo de los 10 millones de toneladas a nivel país, por lo que las ventas hubieran sido un rotundo éxito de no haber sido por la pandemia que afectó la demanda en el mundo de manera catastrófica. Además, el cierre de las fronteras prácticamente anuló las denominadas “reexportaciones”, es decir, productos mayormente electrónicos importados bajo un régimen especial de turismo que son vendidos a turistas en zonas comerciales del país con alta rotación de compradores extranjeros como Ciudad del Este. 

Según los últimos datos proveídos por el Banco Central del Paraguay (BCP), las exportaciones acumuladas a agosto de este año alcanzaron un volumen total de US$ 7.413 millones, cifra que es un 14% menor a lo registrado al mismo periodo del 2019, cuando la cifra había alcanzado los US$ 8.615 millones. Como se mencionó anteriormente, el principal impacto en las ventas se ha dado por la baja en las reexportaciones que tuvieron una caída del 46% con respecto al año pasado y los comerciantes dedicados a este rubro vienen reclamando o la flexibilización en el cierre de las fronteras o bien la aprobación urgente de un protocolo sanitario para las ventas transfronterizas.

Con corte a agosto de este año, la exportación de soja y sus derivados ha sido la de mayor importancia. En total, en granos de la oleaginosa se vendió por un valor de US$ 1.637 millones en lo que va del año, con un crecimiento del 16% con respecto al acumulado a agosto del año pasado. Además, el aceite de soja se exportó por valor de US$ 248 millones, si bien se registra una leve caída del 1,8% con respecto al 2019.

Por su parte, las ventas de carne han crecido un 8,5% con respecto al año pasado, alcanzando los US$ 721 millones. El principal destino de la carne paraguaya sigue siendo Chile, que acapara casi el 35% de las ventas al exterior en este segmento del mercado y los envíos a ese país han crecido un 6,7% con respecto al año pasado a este periodo. A pesar de que los envíos a Rusia fueron un 22% menor que el año pasado, este sigue siendo el segundo mercado que más compra carne paraguaya y al mes de agosto se acumularon ventas por unos US$ 142 millones. Paraguay es uno de pocos países del mundo que guarda relaciones diplomáticas con Taiwán, y mediante acuerdos de comercio, este país se ha ubicado como el tercer mayor comprador de carne paraguaya y solamente este año compró por valor de US$ 73 millones y si bien sigue siendo un monto pequeño con respecto a los de Chile y Rusia, es un destino y una relación comercial que se debe tener en cuenta para este sector. Otros destinos menores aunque crecientes para este producto son Israel, Egipto, Hong Kong y Kuwait.

En lo que respecta las exportaciones industriales, se debe tener en cuenta que el régimen de maquila ha sido significativamente impactado por la pandemia por la naturaleza misma de este tipo de fábricas que supone una gran cantidad de personas en espacios abiertos, especialmente durante la etapa rígida de la cuarentena en nuestro país. Este segmento, forma parte de una cadena productiva importante con el Brasil ya que la gran parte de la producción es hecha con el fin exclusivo de ser reexportado ya con al vecino país. Por ejemplo, la producción de hilos y cables (autopartes) bajo este régimen, bajo sus exportaciones en un 46% con respecto al año pasado. No obstante, las ventas alcanzaron los US$ 100 millones y es un segmento que debe ser observado para el futuro, ya que potencialmente podría ser una oportunidad importante para el capital extranjero por las ventajas impositivas y de servicios que supone.

3) Comercio exterior: hacia un cambio de actitud y nuevas políticas públicas

Si bien los guarismos de las importaciones y exportaciones presentan algunas notorias caídas, la realidad es que el efecto de la pandemia pudo haber sido mucho mas devastador para las operaciones de comercio exterior del Paraguay. Lo que resulta incuestionable es que el Gobierno debe adoptar de una buena vez un conjunto de medidas para mejorar el ambiente en el que se desenvuelve el comercio exterior. Lo que tenemos en la actualidad es absolutamente insuficiente.

La infraestructura logística continúa siendo marcadamente deficitaria. En materia de cargas aéreas y fluviales, todos los aeropuertos y puertos manejados por actores estatales se encuentran en un paupérrimo estado. El problema del bajo caudal de la hidrovia es algo que se repite con mucha frecuencia, poniendo en jaque a todas las importaciones e importaciones. Los costes logísticos continúan siendo sumamente altos, para la deficitaria y alicaída infraestructura disponible. Mucho de los actores gubernamentales que participan en las operaciones de comercio exterior tienen una mentalidad eminentemente recaudadora, así como una consuetudinaria actitud complaciente en materia de costos. En pleno siglo XXI, el Paraguay precisa un profundo cambio de actitud – al menos si el objetivo es ubicarse dentro del contexto del comercio mundial. Asimismo, el país precisa un fuerte debate interno y serios estudios económicos sobre la conveniencia de continuar manteniendo relaciones exclusivas con Taiwán y obviar a China Continental. Hasta el momento, el Gobierno no ha presentado nada convincente, además de las ya consabidas, tímidas explicaciones del Ministerio de Relaciones Exteriores y del Ministerio de Industria. Finalmente, la política de comercio exterior del Gobierno debe ser mucho más agresiva. Al sector privado le queda una sensación que el Gobierno es sumamente débil. Ganar mercados, promover y potenciar nuestros productos debería tarea de todos los días. El Paraguay cuenta con un incuestionable potencial en materia de comercio exterior. Un cambio de actitud en la adopción de políticas publicas conducentes podría ayudarnos a generar un mayor desarrollo económico y social a partir del comercio exterior que a su vez beneficie a todos nuestros connacionales.