La Solidez del Sistema Financiero
El sistema financiero paraguayo atravesó una profunda crisis en la década del noventa. Igual situación se produjo en el 2002, con la caída del Banco Alemán. Sin embargo, a partir de la última crisis financiera parecería ser que el Gobierno Nacional entendió por fin la importancia de dotar al Banco Central del Paraguay (BCP) de solidez institucional que a su vez genere una mayor confianza en todo el sistema. Entre todos los reguladores sectoriales, claramente el BCP es uno de los que ha adquirido mayor institucionalidad y ha permanecido, por lo general ajeno a los avatares de la quijotesca política paraguaya.
Estos factores han contribuido a su vez a garantizar la estabilidad macroeconómica del país y en cierta manera explican el crecimiento que ha tenido la cartera de depósitos general en los bancos este año, a pesar incluso de la crisis desatada por la pandemia del COVID-19. Ante la incertidumbre generada, muchos inversores locales optaron por posponer sus proyectos y resguardar sus capitales en el sistema financiero, lo cual desembocó en un aumento del 10% de los depósitos bancarios entre enero y junio del 2020. Claramente, el sistema financiero goza de mucha mayor confianza – al menos si la comparamos con la que existía a finales de la década del noventa.
Es probable que en otro contexto, ante una crisis como la que se vive, muchas personas hubieran optado por retirar sus ahorros del sistema, por miedo a perder su dinero. Sin embargo, aun en plena crisis de la pandemia del COVID-19, todo lo contrario ha ocurrido. Resulta innegable que el sistema financiero, aun con sus múltiples defectos, ha adquirido una mayor solidez.
Es importante destacar que los depósitos en moneda extranjera y en moneda local van prácticamente a la par en el sistema paraguayo. Según datos del BCP, al cierre del primer semestre el 56% de las colocaciones totales de ahorros en bancos son en guaraníes, mientras que el restante 44% es en dólares. Recientemente, el Congreso Nacional aprobó una ley que limita las tasas de comisiones por depósitos en dólares hasta el 1% mientras dure la pandemia.
Por otra parte, cabe destacar que con el objetivo de estimular la concesión de créditos, el BCP realizó varios movimientos tendientes a la concesión de créditos, entre ellos sucesivas reducciones de la tasa de referencia de política monetaria (hasta bajarla al 0,75%) y la reducción del encaje legal durante la pandemia, de manera a dotar de mayor de liquidez al sistema financiero.
Como era natural, durante la parte más rígida de la cuarentena la cartera de créditos tuvo una contracción, sin embargo, sobre el cierre de junio ya se notó un repunte y en el primer semestre los créditos crecieron en promedio 1,4% a pesar de la difícil situación que se vive no solo en nuestro país, sino en todo el mundo.
Uno de los sectores que creció en la cartera de préstamos fue el de la construcción, Entre enero y junio de este año los créditos para esta industria crecieron un 15% según datos de la banca matriz. En particular, los créditos para viviendas crecieron un 2% en ese mismo periodo y por su parte, el sector de servicios personales tuvo un crecimiento del 10%. Este repunte en la concesión de créditos y depósitos denota ciertos signos de recuperación en la economía y la solidez que ha generado el sistema financiero en los últimos años, logro inquebrantable aun ante una situación tan extrema como la constituye la pandemia del covid-19.
Además, es importante destacar que la morosidad también se ha mantenido en niveles controlables, si bien con un aumento con respecto a principios de año. Al cierre de junio, este indicador terminó con un promedio en el sistema del 3,18%. Las flexibilizaciones para la refinanciación de créditos durante la pandemia que concedió el BCP en gran medida influyeron para la estabilidad de la morosidad. Con estos números, al cierre del primer semestre las utilidades acumuladas del sistema bancario en Paraguay han alcanzado un valor total de US$ 173 millones, y si bien se han reducido con respecto al mismo periodo del año pasado, siguen siendo bastante auspiciosas.
Actualmente, son 17 los bancos que operan en el sistema financiero local, sin embargo dos de ellos se encuentran en proceso de fusión; con lo que una vez concretada esta operación quedarían unos 16. En lo que respecta a las financieras, la experiencia ha sido similar a la de los bancos, ya que al cierre del primer semestre del año, la cartera de depósitos en este sector creció un 6% mientras que la de créditos tuvo una variación positiva del 2% entre enero y junio del 2020, a pesar de la crisis económica.
Es indudable que la estabilidad macroeconómica que goza el país y la institucionalidad que ha ganado el BCP en los últimos 15 años han contribuido notablemente a brindar solidez y otorgar mayor confianza al sistema financiero. Los efectos de la pandemia del COVID-19 pudieron haber sido mucho mas devastadores para el país. Aunque mucho se ha logrado, todavía quedan enormes desafíos, particularmente en lo que se refiere a bancarización e inclusión financiera. La realidad continúa siendo que un gran número de connacionales sigue sin tener acceso al sistema financiero. La formalización es uno de los principales escollos. En materia de protección al consumidor y aplicación de normas de defensa de la competencia todavía queda mucho camino por recorrer.