Emiratos Árabes Unidos: la aviación como imperativo estratégico para el desarrollo económico
Hace 60 años nadie hubiera imaginado que un minúsculo protectorado británico dedicado principalmente al cultivo y comercio de perlas pudiera transformarse en uno de los polos aeronáuticos más importantes del mundo. En la actualidad, los Emiratos Árabes Unidos (EAU) es palabra mayor en la aviación internacional.
Es innegable que el hallazgo de petróleo en la década del 60 proporcionó las bases iniciales para alcanzar un inusitado nivel de desarrollo. Sin embargo, conscientes que el petróleo es un recurso natural agotable y muy probablemente solo explotable hasta el 2050, hace ya varias décadas los EAU decidió utilizar los ingresos provenientes del petróleo para diversificar su toda economía. Aún cuando en sus inicios todo giraba en torno a la industria del petróleo, pocos saben que en la actualidad los EAU presentan otras alternativas económicas. Aunque su economía sigue centrada en el petróleo, hoy en día su existen otros sectores como los servicios financieros, fuertes inversiones en bienes raíces, comercio, turismo y en una marca registrada: el pujante sector aeronáutico. Nuestro país puede aprender bastante de la experiencia de los EAU.
Implicancia Directa en la Economía
Además de contribuir con US$ 22.100 millones al PIB, el sector aeronáutico da trabajo en forma directa e indirecta a aproximadamente 259,000 personas. Oxford Economics estima que para el año 2020 la contribución de la aviación al PIB del Emirato de Dubái alcanzará el 32%. En igual sentido, el 22% del empleo tendrá una relación directa o indirecta con el sector. Es indudable que la inversión en el sector aeronáutico produce un efecto dominó en otras áreas de la economía, como ser el turismo, logística y los servicios financieros. De igual manera, los números del Emirato de Abu Dabi resultan sorprendentes. Casi el 15% de su economía se encuentra directa o indirectamente relacionado con el sector aeronáutico.
El Aeropuerto Internacional de Dubái
El Aeropuerto Internacional Dubái es el cuarto en el mundo en tráfico internacional de pasajeros, solamente superado por Heathrow de Londres, Charles de Gaulle de Paris y Hong Kong. En la última década, su tráfico se ha incrementado en el orden de 400%. Basta solo con notar que en el año 2010 el aeropuerto procesó 46 millones de pasajeros. Se espera que el mismo pueda albergar 98 millones de pasajeros para el año 2020. En el año 2008 el Aeropuerto Internacional de Dubái inauguró la Terminal 3. Esta se extiende sobre una superficie de un millón de metros cuadrados – duplica en tamaño a la recientemente inaugurada Terminal 5 del Aeropuerto Heathrow de Londres. Además, para finales del 2012 el aeropuerto espera concluir la primera terminal específica para los Airbus A380, con lo cual extenderá su capacidad de 60 a 75 millones de pasajeros por año. Cualquiera pensaría que, en atención a los números que maneja, el aeropuerto es extremadamente costoso para las líneas aéreas. Nada más alejado de la realidad. El Aeropuerto Internacional de Dubái presenta niveles de cargos aeroportuarios muy por debajo de otros asimilables en tamaño. El Aeropuerto Internacional de Dubái es por sobretodo concebido como el espacio donde interactúan en forma continua y eficiente una miríada de diferentes actores que prestan servicios y proveen bienes. La interacción armónica es un factor fundamental para lograr que la experiencia del pasajero sea placentera – una concepción mucho más amplia que la de una simple estructura edilicia. De nada vale tener un tremendo cascarón si los actores que en él conviven no actúan con funcionalidad y sincronización. El Duty Free del aeropuerto – el más grande del mundo – reporta ventas anuales superiores a los US$ 1.100 millones. Se calcula que el gasto de los pasajeros que llegan por vía aérea aporta anualmente US$ 7.900 millones al PIB. Nada mal para un aeropuerto que fue oficialmente establecido en la década del 50 con un número insignificante de vuelos.
Lo que Significa una Genuina Conectividad
Al igual que varias capitales latinoamericanas como Asunción, Dubái y Abu Dabi cuentan con una posición geográfica privilegiada – tanto a nivel regional como mundial. A 8 horas de vuelo de los principales destinos del mundo, 2/3 de la población mundial tienen acceso a ambas ciudades. A la fecha más de 150 líneas aéreas proveen servicios directos a 220 destinos alrededor del mundo – substancialmente mejor que los esporádicos servicios de 2 hidroaviones que marcaron el comienzo del sector aerocomercial en 1937. Esta conectividad permite un flujo incesante de personas, bienes y servicios, la transferencia de conocimientos y otros beneficios adicionales. Además, Oxford Economics estima que esta fantástica conectividad aérea genera a los EAU unos US$ 2.500 millones en valor agregado para la economía. Pero quizás lo más sorprendente sea que ella también redunda en beneficios para otros países limítrofes que a través de los “Hubs” de Dubái o Abu Dabi tienen acceso a todo el mundo.
Las Razones del Éxito
Muchos creen que el éxito de los EAU, y por ende el de su sector aeronáutico, radica en gigantescos subsidios gubernamentales provenientes de la industria del petróleo. Aun cuando en sus inicios éste ha sido importante, hoy en día constituye una fuente más que secundaria de ingresos. Explicar el éxito a partir de la otrora disponibilidad del mentado oro negro no solamente es erróneo sino que emerge como uno de los más grandes preconceptos sobre los EAU. Si el petróleo fuera la alquimia, como entonces podemos explicar que Venezuela y Libia – países con una producción petrolera muchísimo mayor – no han alcanzado tal nivel de desarrollo? La reciente historia de los EAU en materia de aviación se escribe a través de una concepción moderna donde el transporte aéreo es un elemento estratégico para impulsar el desarrollo económico del país. El Estado reconoce los beneficios económicos y sociales generados a través del transporte aéreo. Esto contrasta con la concepción de otros Estados para quienes, o la aviación es un fin en si mismo, o simplemente la ven como una fuente para generar mayores ingresos fiscales. En los EAU los planes son trazados a largo plazo con revisiones continuas que permiten monitorear el estado de su implementación, así como llevar adelante las medidas correctivas que sean necesarias. El polo aeronáutico no es un silo aislado de los otros sectores de la economía. Por el contrario, es un imperativo estratégico del plan nacional de desarrollo del país. Además, la ya larga política de cielos abiertos y las eficientes operaciones de sus principales líneas aéreas han facilitado el surgimiento de los EAU como una verdadera potencia en la aviación mundial. Si el plan nacional de desarrollo 2030 que ha lanzado la administración Cartes pretende ubicar al Paraguay en el mundo, el sector del transporte aéreo debe necesariamente ser un elemento fundamental a la hora de desarrollar las políticas publicas. Resulta imperioso tratar al sector como un imperativo categórico para mejorar la conectividad de nuestro país. Solo así podremos impulsar el desarrollo económico y con ello elevar la calidad de vida de nuestros habitantes.