Las Lecciones de Incheon Para el Desarrollo de Infraestructura Aeroportuaria en el Paraguay
Tras la culminación de la Guerra de Corea en 1953 nadie imaginó que en un menos de medio siglo un devastado país del Norte de Asia con una superficie territorial cuatro veces inferior a la de Paraguay se convertiría en la decimoquinta economía del mundo en términos de PIB, la decimosegunda si tomamos en consideración la paridad del poder adquisitivo y ocuparía el noveno lugar en cifras absolutas de exportación.
Asimismo, la aviación ha posicionado a Corea como líder mundial particularmente en lo que se refiere al desarrollo de la infraestructura, administración y gerenciamiento de aeropuertos. El emblema nacional lo constituye el Aeropuerto Internacional de Incheon (ICN) – principal terminal aérea del país. Desde el 2005 a la fecha, ICN ha sido galardonado ininterrumpidamente 7 veces como el mejor aeropuerto internacional del mundo. ICN se ha convertido en la “Meca” en materia aeroportuaria. ICN brinda numerosas lecciones que deberíamos tener en cuenta a la hora de desarrollar la nueva infraestructura aeroportuaria del país.
ICN alberga a 570 compañías privadas y 20 instituciones gubernamentales. Alrededor de 35.000 personas trabajan diariamente en ICN. Es casi una ciudad. Aunque la gran mayoría de estas personas se desempeñan en el sector privado, ICN Inc. emplea 900 empleados para manejar 40 millones de pasajeros anuales – cifra inferior a los casi 1.200 funcionarios de la DINAC para hacer frente a no más 900 pasajeros del AISP.
ICN ha sido creado desde la perspectiva del usuario – no desde la gente que lo administra. Su diseño arquitectónico es casi perfecto. Sus amplios halls y su inconfundible piso de madera son sellos característicos de un lugar que reproduce excelencia a máxima potencia. Sin embargo, el gran éxito de ICN no radica en su majestuosa infraestructura. No es ésta la que lo separa del resto de sus competidores. La clave de ICN ha sido lograr una coordinación sinfónica de todos los diversos actores, públicos y privados, que realizan sus quehaceres en el recinto aeroportuario. El Consejo de Administración de ICN ha sido capaz de lograr que todos ellos trabajan como una verdadera orquesta en pos de un único objetivo: crear un aeropuerto que provea el mejor servicio del mundo.
Los procesos operativos de ICN son asombrosos. El paso por las formalidades de inmigración, aduanas y los puestos de seguridad aeronáutica (máquinas de rayos-X) para un pasajero que sale de ICN demora en promedio no más de 18 minutos. A su llegada a ICN, el pasajero tarda 12 minutos. Gran parte del éxito operativo se ha debido a la implementación de complejos procesos con un alto grado de desarrollo tecnológico. El sistema de manejo de equipajes (Baggage Handling) es uno de los más modernos y costosos del mundo. A ello se debe que ICN tenga el número más bajo en demoras de equipajes de entre las terminales de su porte: menos de 1 por cada 10.000 equipajes manejados. Un adecuado control de los costos deviene un factor fundamental para alcanzar la sostenibilidad del aeropuerto. Más de 6.000 posiciones han sido tercerizadas a través de la modalidad de “smart outsourcing.”
Uno de los principales obstáculos por los cuales atravesó ICN en sus comienzos fue las continuas quejas de los pasajeros por el pobre acceso a la terminal a través del transporte público. Después de un arduo trabajo, ICN cuenta con 93 rutas de transporte público y un servicio de tren que conecta directamente con la terminal. Hoy los analistas estiman que ICN es el aeropuerto con mejor acceso público del mundo. Lo que en su momento fue una debilidad se ha transformado en una fortaleza.
Otra área que presenta significativas mejorías es la de los servicios de taxis. En su momento, éstos se caracterizaban por abusar de los pasajeros extranjeros – algo que a menudo ocurre con los taxistas de varias terminales aéreas en Latinoamérica. Para subsanar el problema, las autoridades de ICN instalaron cámaras en el aeropuerto y equipos de vigilancia o “crack down”. En un corto plazo el problema desapareció. Hoy en día el 3% de los pasajeros acceden a ICN por medio de este servicio.
ICN posee un destacado equipo comercial cuyo objetivo no radica solamente en posicionar al aeropuerto como líder mundial, sino el de generar nuevos mercados. Todos trabajan para obtener nuevas rutas y atraer a nuevos operadores, brindar un régimen de incentivos de tal manera a que la demanda crezca. El aeropuerto ha dejado de ser simplemente un espacio físico donde se congregan pasajeros y líneas aéreas. Las características del negocio en la actualidad requieren salir a buscar a los clientes. El administrador de la infraestructura aeroportuaria debe ejercer un rol mucho más activo – algo que muchos aeropuertos en Latinoamérica no lo hace ni por casualidad.
Para 50 millones de coreanos, ICN representa mucho más que un simple aeropuerto. Ya ha trascendido el paradigma del imperativo estratégico para obtener conectividad que permita acompañar el acelerado desarrollo económico que experimenta Corea. En la actualidad ICN es objeto de verdadero orgullo nacional. Resta mucho por aprender de la exitosa experiencia Coreana.